El economista Santiago Peña jura como el 51º presidente de Paraguay con la promesa de que su país siga siendo el único de Sudamérica que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán y el desafío de negociar con Brasil el tratado que sentó las bases para la construcción y operación conjunta de la hidroeléctrica de Itaipú.
La jornada comenzó de forma puntual a las 7:00 hora local con el inicio de la sesión en el Congreso Nacional. Tras conseguir el quórum necesario, se decretó un cuarto intermedio. A las 7:13 llegó al Congreso el presidente saliente, Mario Abdo, junto a su esposa y se escuchó el himno nacional. Posteriormente, Abdo hizo entrega de los atributos del mando presidencial, como lo estipula el protocolo.
A las 8:30 (12:30 GMT), Santiago Peña tomará el juramento a su gabinete de ministros y dará su discurso inaugural. Luego, desde las 10:30 (14:30 GMT), se celebrará un Te Deum en la Catedral Metropolitana. A las 11:30 (15:30 GMT), en el Palacio de López, se llevará a cabo el saludo de los jefes de las delegaciones oficiales al nuevo jefe de Estado.
A las 13:00 (17:00 GMT), Peña ofrecerá un almuerzo a los presidentes y otras autoridades presentes; a las 15:00 (19:00 GMT) se realizará el desfile militar y policial por el 486° aniversario de Asunción y en homenaje a los mandatarios presentes. La jornada cerrará a las 20:00 (00:00 GMT), cuando se desarrollará un espectáculo artístico en la Costanera de Asunción.
Taiwán
Economista de profesión y reconocido como ex ministro de Hacienda, Peña, de 44 años, visitó Taipéi en julio pasado acompañado por su equipo económico, en una clara muestra del interés de su entrante Administración de profundizar los lazos con la isla, con cuyas autoridades celebró los 66 años de amistad común.
“Venimos a transmitirle al pueblo de Taiwán nuestra determinación de estar cerca de ellos”, dijo a su arribo el futuro gobernante y recordó que dos décadas atrás había viajado a la isla como estudiante.
Peña, sin cerrar la puerta a una relación con China, ha puesto el foco en la agenda económica y política con Taiwán, a contracorriente de sus socios del Mercado Común del Sur (Mercosur), el bloque que integran, además de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, quienes ya han coqueteado de forma individual con el gigante asiático.
La llegada de Luiz Inácio Lula da Silva puso los vínculos con China entre las prioridades de un Brasil más dispuesto a allanar las vías hacia un mundo multipolar.
Itaipú
Precisamente Brasil será uno de los primeros retos para el próximo mandatario, cuyo Gobierno deberá encarar la negociación sobre la revisión de los acuerdos del tratado constitutivo de la represa de Itaipú, la mayor de América y la segunda más grande del mundo.
Cumplidos cincuenta años de la firma del documento fundacional, uno de los puntos a revisar es el Anexo C, según el cual Brasil y Paraguay tienen derecho al 50 % de la energía generada por la represa.
El apartado establece que el país que no use por completo su cuota deberá vender el excedente al socio a precios preferenciales. Sin embargo, la aspiración paraguaya ha sido conseguir mejores precios por su energía.
En una entrevista que concedió a EFE en junio pasado, el futuro ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez, afirmó que no tienen “urgencia”, ni “un plazo de terminar” la negociación.
“Para nosotros, Itaipú es el principal activo de la República del Paraguay”, señaló en esa ocasión Ramírez, quien aclaró que no pueden “concentrar toda la agenda tan rica, tan amplia, tan extensa y relativizar con Itaipú”.
Consultada por EFE, la historiadora Milda Rivarola consideró que en esta negociación no se trata “solamente” de Lula, sino de Itamaraty, a la que describió como “la Cancillería más poderosa de Sudamérica”.
“La propuesta brasileña es: ‘Se pagó toda la deuda (por la construcción de Itaipú), la energía va a ser más barata’”, explicó la experta, quien indicó que “eso ya comenzó este año”, sin pasar por una “revisión” sino por una decisión del vecino país.
Mercosur – Unión Europea
De igual forma, Peña heredará las negociaciones para sellar un tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Paraguay y sus socios del Mercosur han expresado sus reservas frente a los condicionamientos en materia ambiental anticipados por sus contrapartes europeos, en un momento en que la relación entre Asunción y Bruselas está marcada por un debate legislativo que pretende derogar un acuerdo de cooperación de Europa a la educación en el país.
Ramírez manifestó a EFE la preocupación del futuro Ejecutivo por “la incorporación de nuevos elementos, como las cuestiones ambientales, que ponen en desbalance” el tratado después de que en 2019 se arribó a un principio de acuerdo político luego de dos décadas de conversaciones entre ambos bloques.
En ese contexto, Rivarola vaticinó un escenario internacional “bastante complejo” para el próximo Gobierno, que además deberá lidiar con las sanciones impuestas por Estados Unidos al ex presidente Horacio Cartes, considerado mentor político de Peña, y a quien acusa de incurrir en actos de corrupción antes, durante y después de su mandato como presidente de Paraguay.
Paraguay “va a ser la piedra en el zapato del Mercosur, porque no quiere un tratado con la Unión Europea, pero tampoco puede tener un tratado con China continental”, con la que no tiene relaciones, agregó la experta.