A un mes y días para las elecciones generales, Sergio Massa logró instalar lo que al oficialismo le costó en estos cuatro años de gestión: imponer agenda, con un tema con el que apuesta a cambiar el humor social mediante la recuperación del salario en un contexto crítico, agudizado por la devaluación post PASO. Y lo hizo, en parte, gracias al respaldo de Javier Milei y el bloque libertario que a la vez expuso a Juntos por el Cambio que, tras las Primarias sigue sin encontrar la brújula rumbo al 22 de octubre.
El candidato de Unión por la Patria tomó impulso en el sprint final de la campaña capitalizando no solo el apoyo de La Libertad Avanza, sino también el de parte del Interbloque Federal, Provincias Unidas y la Izquierda. Incluso antes, cuatro diputados radicales de Evolución se diferenciaron dentro de JxC y colaboraron con el quórum. Quizás todo eso explica la sonrisa triunfal con la que apareció Massa en uno de los palcos del recinto, acompañado por los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano.
Con 135 positivos, 103 negativos y ninguna abstención, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que elimina la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y crea el nuevo régimen de Mayores Ingresos para quienes cobran más de 15 salarios mínimos, actualmente $1.770.000. Ahora el oficialismo espera un trámite rápido en el Senado para que la reforma del gravamen se oficialice antes de las elecciones generales.
Tras la media sanción, Massa destacó el respaldo de los bloques opositores y señaló que para él es “una satisfacción” porque “hace 11 años vengo planteando que el impuesto al trabajo no es un impuesto razonable porque en realidad el salario no es ganancias, es remuneración, es el pago por una tarea que vos realizás”.
Para Milei la media sanción de la reforma de Ganancias también termina siendo un triunfo político. Muestra que continúa siendo fiel a su postura de apoyar baja de impuestos, envuelve en contradicciones a Juntos por el Cambio y da a conocer una faceta dialoguista: pese a los cuestionamientos del sector opositor que lo acusa de jugar con el kirchnerismo, el candidato de La Libertad Avanza da un guiño hacia la gobernabilidad cuando la suya en una eventual presidencia es mirada de reojo y con incertidumbre. Lo hizo con el antecedente reciente de la semana pasada cuando Milei le solicitó a Massa que postergue la presentación del Presupuesto 2024 hasta después de las elecciones generales.
El propio Milei explicó su posición y la de su bloque ayer en el recinto: “El Estado es una organización criminal que vive de los impuestos y, por lo tanto, todos los impuestos son un robo”. Mientras que al respecto del oportunismo con que el Gobierno impulsó la medida, declaró: “Sí, el Gobierno va a intentar sacar un rédito electoral, va a creer que la gente es tonta. Pero pese a que la gente es subestimada sistemáticamente por la casta política parece que la gente está reacciona
Y respondió también a las críticas de Juntos por el Cambio: “Les recuerdo que le aprobaron (al Gobierno) el Presupuesto con déficit fiscal, que es inmoral, le han avalado la locura del FMI o han hecho leyes ustedes mismos como la ley de Góndolas o de Alquileres, que son ataques directos al derecho de propiedad”. “Estamos frente a un cambio de época, está apareciendo una nueva fuerza que grita libertad. Nosotros vamos a acompañar esta baja de impuestos”, concluyó el candidato libertario.
Expuesto, aislado, sin una línea clara interna, quedó JxC. En un tema donde se encuentra incómodo por la promesa incumplida de un Mauricio Macri que llegó al poder en 2015 anunciando que en su gobierno ningún trabajador pagaría Ganancias y se fue en 2019 agigantando el número de asalariados afectados.
El espacio que milita la candidatura presidencial de Patricia Bullrich quedó a la vez condicionado por no querer salir en la foto de un acierto del Gobierno y expuso sus fisuras: el grupo de radicales que responde a Martín Lousteau colaborando con dar quórum; otro sector que pretendió imponer la abstención; y finalmente el voto negativo de la coalición.
Con estas contradicciones, el relato al que apuntó Juntos por el Cambio para explicar su posicionamiento apuntó a cruzar a Massa por avanzar con una medida electoralista. Es cierto que los tiempos de presentación y del debate dan lugar a esa idea. También es cierto que la reforma de Ganancias beneficia a 700 mil trabajadores.
Por ello, JxC puso el foco en el impacto fiscal de $1 billón que implica la iniciativa y que no será compensado con una reducción del déficit. “Si no es compensada con una reducción del gasto público, después terminan emitiendo dinero y entonces lo que se da con una mano, se lo sacan con la otra mano a través de la inflación”, explicó Alejandro Cacace, del bloque Evolución. “Durante cuatro años aumentaron 20 impuestos y ahora proponen una reforma fiscal que se aplica para el próximo gobierno cuando ya no están. Es electoralista, antidemocrático e irresponsable”, sentenció.
En la misma sintonía, Luciano Laspina, uno de los asesores económicos de Bullrich, señaló que la reforma del gravamen “solo beneficia al 5% de los que tienen mayores ingresos”. “En un país al borde de la hiperinflación, esto equivale a emitir un cheque de 1.250.000 para los 800 mil trabajadores con los salarios más altos de la Argentina. Esto demuestra que es una concesión a los jerarcas sindicales, un conjunto de dirigentes que ya no representan a los trabajadores”, agregó.
Por su parte, Martín Tetaz denunció un acuerdo entre el líder de los libertarios y Massa: “Milei declaró que bajar impuestos sin bajar el gasto es demencial. Hoy confesó que va a votar una baja de impuestos demencial. No podemos acompañar este proyecto porque va a causar más desigualdad. Vamos a denunciar el pacto entre Milei y Massa que va a pavimentar el camino hacia la hiperinflación en Argentina”, advirtió.
Quizás el único triunfo de Juntos por el Cambio haya sido denunciar que Massa y Milei jugaron en tándem. Habrá que ver si capitalizan ese relato. Al menos será más fácil que explicar por qué se opusieron a aliviar el bolsillo de cientos de miles de trabajadores.