Profesor de Biología es finalista del premio “Docentes que Inspiran”

Corrientes, nuevamente vuelve a estar en la vanguardia de la educación nacional con una nominación a docentes que destacan por su tarea dentro y fuera del aula. El Grupo Clarín, Zurich Argentina y la Fundación Varkey lanzaron su edición 2023 del premio “Docentes que Inspiran”, y dentro de los seis finalistas resalta la tarea de un profesor correntino.

 

Leonardo Amarilla, docente de Biología en la Escuela Normal “Juan García de Cossio” de la localidad de San Roque, fue seleccionado como finalista del certamen con su proyecto “Escuelas sin Paredes” que lleva más de quince años de ejecución en la localidad y que marcó a generaciones de alumnos que pasaron por sus enseñanzas.

 

Como amante de la naturaleza, sumado a su vocación de docente, decidió vincular ambas pasiones y convertirlas en un solo proyecto, que junto a un equipo de docentes y directivos lanzaron en 2007 y que hasta el día de hoy se aplica en el ámbito escolar.

 

Vale destacar además que este proyecto ya recibió nominaciones, distinciones y formó parte de ponencias y congresos mundiales a lo largo de su vida llegando a países como Estados Unidos, Suecia y Japón, con diferentes grupos de estudiantes que pasaron por el proyecto.

 

“A este concurso me inscribí a través de una propuesta que tenemos en la escuela, que es un museo de ciencias, pero con una particularidad: es un museo escolar de ciencias naturales, en otras palabras, es un museo de ciencias metido en la escuela”, recordó Amarilla en contacto con Radio Dos.

 

“Este proyecto que presentamos a Docentes que Inspiran lo empezamos a hacer en el año 2007, por lo que tiene unos cuantos años de trayectoria. Lo que nosotros tratamos de hacer con esta propuesta es sacar a los alumnos a la naturaleza y que a partir de esas experiencias puedan elaborar sus propios proyectos”.

 

De este esquema de trabajo, explicó el docente, se desprenden un sinnúmero de subproyectos, uno de ellos se titula “Escuelas sin Paredes”. “Lo llamamos así porque lo que hacemos es experimentar en el medio ambiente, salir del aula y que las experiencias sean en terreno. Llevamos a los chicos al pastizal, los llevamos a la laguna, a la costa del río, los llevamos a un montecito donde hacemos trabajos en terreno, la famosa llamada salida del campo, donde ellos investigan y dan a la naturaleza y conocen a la naturaleza desde otra perspectiva que no sea el aula. Esa experiencia así haciendo investigaciones permitió a varios alumnos hacer sus trabajos que luego son expuestos dentro y fuera de la institución”, contó.

 

Asimismo, reconoció que hay un acompañamiento permanente del equipo docente, e incluso hay interconsultas con otros organismos. “Nosotros los ayudamos acá en la escuela, los vamos guiando, debatimos sobre el avance de cada proyecto y los llevamos también a la universidad. Allí son asesorados por biólogos de la Facultad de Ciencias Exactas Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste y de esa manera presentaron sus trabajos académicos en exposiciones internacionales como en Estados Unidos, tres veces en Suecia y una vez en Japón. Y feria de ciencias nacionales, la instancia nacional, también participaron en varias provincias de nuestro país”, sostuvo.

 

 

“Queremos que conozcan la flora y fauna local”

 

Amarilla contó que las salidas de campo se organizan dentro de la institución y tienen por objetivo recorrer y conocer las características de la flora y la fauna local. “Nos organizamos y salimos caminando desde la escuela, ya que los lugares a visitar nos quedan muy cerca, como por ejemplo el río Santa Lucía, que pasa muy cerca del pueblo, entonces vamos caminando hasta allí”, indicó.

 

En el mismo sentido, añadió que se realizan investigaciones previas a la visita de campo para conocer con qué se van a encontrar. “Hacemos una investigación previa, damos una clase pre salida y compartimos la información relevante, y todo con lo que nos podríamos encontrar en el campo, las características de la flora y la fauna de la zona”, comentó.

 

“Los chicos descubrieron aves en peligro de extinción”

 

Una de las historias que más se destacan dentro de las salidas de campo se remontan al año 2018. Amarilla contó: “Nos estábamos preparando para una salida a campo hacia Mantilla a través de un camino vecinal, una ruta vieja que nos conectaba hacia la localidad, e hicimos la investigación previa para saber con qué características nos íbamos a encontrar en el lugar”.

 

“En un momento determinado, uno de los alumnos logra divisar a un ave con una característica particular y cuando volvimos al aula a investigar nos dimos cuenta de que se trataba de un pájaro en peligro de extinción”, contó de forma asombrada.

 

“Este dato lo pudimos corroborar haciendo averiguaciones con aves argentinas y confirmamos que se trataba de una especie en peligro de extinción”, señaló el docente.

 

“Allí empezó todo un trabajo de investigación para ir a estudiar la especie, después vino la pandemia, un tiempo lo dejamos y después cuando retomamos, hicimos también investigación en tiempos de pandemia e íbamos con dos alumnos a hacer ese estudio. Y en noviembre del año pasado, el Concejo Deliberante de San Roque declaró a esa especie Monumento Natural de la Ciudad de San Roque”, afirmó.

 

“Le dicen monjita dominicana, el nombre científico es Heterosalvinis Dominicana. Es un ave blanca, con alas y la cola de color negro. Es muy conocida, una muy parecida, es la más conocida, le dicen monjita blanca. Y eso se lo puede encontrar acá, por ejemplo, en la Ruta 12, el tramo de San Roque a Saladas. No se suele ver acá al costado de la ruta, pero es la monjita blanca, quizás no está en peligro de extinción. La que el alumno encontró es la monjita dominicana, es de la misma familia de aves, pero tiene otra característica, tiene toda la cola negra. Y es un poquito más grande que la monjita blanca. Es una ave que está en peligro de extinción por los incendios y por la destrucción de los hábitats donde viven, viven en los pastizales, pajonales. Y lo bueno es que eso lo encontró un estudiante. La primera vez que observó un alumno en ese lugar y todo terminó no solamente en un trabajo práctico donde él o el grupo informa, sino que terminó el año pasado como monumento natural de la ciudad de San Roque. O sea que surgió de la escuela y tuvo un impacto en la comunidad”, recordó el docente.