Tras pasar la investigación al fuero federal, luego de que los fiscales declararan la incompetencia de la causa en la Justicia ordinaria, el fiscal general del Poder Judicial de Corrientes, César Sotelo, hizo un análisis de todo lo actuado. Respaldó el trabajo de los fiscales Castillo y Barri y subrayó: “En un primer momento, nunca íbamos a pensar en que se trataba de otra situación a la de un chico perdido”.
En el marco de una conferencia de prensa, convocada por el propio funcionario, sostuvo: “Al comienzo de la investigación, se buscó como un chico perdido. Ningún funcionario iba a pensar que la situación estaba totalmente cambiada. Esta vez nos toca actuar en un caso emblemático, que quedará marcado, y espero con final feliz. Siempre voy a estar disconforme si el chico no aparece. No voy a estar nunca conforme si no hay resultados”, enfatizó Sotelo.
En referencia a la situación procesal del comisario Walter Adrián Maciel, quien quedó procesado por “encubrimiento por favorecimiento real calificado por la gravedad del delito y la calidad de funcionario público”, Sotelo afirmó: “Nunca íbamos a imaginar que la transgresión iba a venir de un funcionario que está para cuidarnos, es muy raro lo qué pasó”. Cabe señalar que sobre Maciel había una causa por supuesto abuso de la cual fue sobreseído en 2019, además de denuncias por corrupción formuladas por subalternos, en la Unidad Regional II de Goya, que jamás llegaron ni se investigaron en la Justicia.
Sotelo resaltó el trabajo realizado por los fiscales Castillo y Barry en torno a la causa. Aseguró que las pruebas contra los detenidos son contundentes y se esperan los análisis de los teléfonos. En referencia a los trámites de traspaso de la causa a manos del fuero federal, sostuvo que desde el Poder Judicial de Corrientes será riguroso. “Vamos a actuar de forma silenciosa, como la tuvo el ámbito federal con nosotros mientras estábamos inmersos en la investigación en forma explícita”. Finalmente concluyó: “Corrientes no es una zona de captación de menores”, haciendo alusión a tres hechos que sacudieron a nuestra provincia que ocurrieron entre 1993 y 1998.
Las imputaciones
A Bernardino Antonio Benítez se le imputa captación de personas con fines de explotación, agravado por ser la víctima menor de 18 años, en carácter de partícipes primarios.
A Daniel “Fierrito” Ramírez: captación de personas con fines de explotación, agravado por ser la víctima menor de 18 años, en carácter de partícipes primarios.
A Mónica del Carmen Millapi: captación de personas con fines de explotación, agravado por ser la víctima menor de 18 años, en carácter de partícipes primarios.
Al comisario Walter Adrián Maciel: encubrimiento por favorecimiento real, calificado por la gravedad del delito y la calidad de funcionario público.
A Carlos Guido Pérez: captación de personas con fines de explotación, agravado por ser la víctima menor de 18 años en carácter de coautores materiales.
Y María Victoria Caillava: captación de personas con fines de explotación, agravado por ser la víctima menor de 18 años, en carácter de coautores materiales.