El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió ayer el reporte “Incidencia de la pobreza y la indigencia” del primer semestre del año. Según ese estudio que releva datos de 31 conglomerados urbanos del país, en la ciudad de Corrientes, a fines de junio, el índice de pobreza alcanzaba al 52,3% de la población.
Esa cifra representa un 11,3% por encima del 41% con el que cerró esa medición en 2023 y un 15,9% arriba del 36,4% que había arrojado este mismo relevamiento en el primer semestre del año pasado (comparativo interanual).
En cuanto a la indigencia, en la primera mitad del vigente año se ubicó en el 13,4% en esta ciudad, un 4,8% más que a fines de 2023 (8,6%) y un 5,8% más que en igual etapa del año pasado (7,6%).
En tanto que el Nordeste (Corrientes, Formosa, Gran Resistencia y Posadas) sobresale entre las regiones del país, con un promedio de pobreza del 62,9% y una indigencia del 23,2%. En el Gran Resistencia la pobreza es del 76,2%, la mayor de toda la medición oficial, en Formosa es del 67,6% y en Posadas (Misiones) es del 55,9%. De este modo, a pesar del crecimiento de la pobreza en la capital correntina, esta ciudad tiene los indicadores más bajos en el NEA.
El semblanteo federal denota que la pobreza afectó al 52,9% de los argentinos en el primer semestre, la peor cifra en 20 años. Además, el nivel de indigencia llegó al 18,1%. De esa manera, en el primer informe correspondiente a la administración de La Libertad Avanza (LLA), encabezada por el presidente Javier Milei, el indicador dio un salto de más de 11% con respecto al segundo semestre de 2023.
En esa oportunidad, en el cierre del gobierno de Alberto Fernández, la pobreza estaba en 41,7%, con un 11,9% en situación de indigencia. Pasando en limpio esas estadísticas, el 52,9% de pobreza y 18,1% de indigencia “implica que para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la EPH, por debajo de la línea de pobreza se encuentran 4.319.760 hogares, que incluyen a 15.685.603 personas y, dentro de ese conjunto, 1.378.142 hogares se encuentran por debajo de la línea de indigencia, lo que representa 5.379.588 personas indigentes”, dice el informe del INDEC.
Pero, si esos porcentajes se extienden a toda la población (47,1 millones), incluyendo la rural, equivale a casi 24.900.000 pobres, de los cuales 8,9 millones son indigentes porque carecen de ingresos o no les alcanza para comprar los alimentos básicos.
Además, durante el primer semestre se registró una caída en el nivel de la actividad económica del 3,2% y la tasa de desocupación pasó del 5,7% de finales del 2023 al 7,6% al terminar a finales de junio, según datos del INDEC.
El 66% de los menores de 14 años es pobre
El reporte de la pobreza e indigencia del primer semestre del año difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos dejó en evidencia el alarmante crecimiento de la pobreza infantil. El trabajo destaca que “dos tercios (66,1%) de las personas de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza”.
Respecto de la medición del semestre anterior, la pobreza infantil registró un alza de 7,7 puntos porcentuales. En aquel momento, los niños menores de 14 años por debajo de la línea de la pobreza eran el 58,4%.
La pobreza subió a 52,9% en el primer semestre de 2024 y afectó a más de casi 25 millones de personas
La recopilación de datos señaló que la franja etaria con números más críticos es la que va entre los 12 y 17 años. Allí, la pobreza alcanza al 69,4% de ellos; le sigue el grupo de 6 a 11 años, con un 67%, y nenes hasta cinco años, con el 63,9%.
En tanto, el 48,6% de las personas de 30 a 64 años forman parte de los hogares bajo la línea de pobreza; mientras que la población de 65 años y más ronda el 29,7%.
Según un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 16,1% de los niños sufre pobreza multidimensional -alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información y estimulación/educación- de manera severa.