Valdés denunció complot en la UCR y desafió definir liderazgos en interna

A veces hay un aire de calma absoluta que antecede todo lo contrario: las tormentas. Con rayos, truenos y granizo incluido, puede arrasar un temporal pese a la aparente tranquilidad previa. Algo de esto hay en el clima actual de la Unión Cívica Radical (UCR) y fue el propio Gustavo Valdés quien hizo de meteorólogo para lanzar una alerta, más que roja.

Apenas fueron tres meses de una supuesta calma luego de las potentes compulsas públicas y judiciales que se desataron entre el valdesismo y el ricardismo por la fecha de convocatoria a internas de la UCR correntina. Ahora empezó a soplar un viento fuerte.

Evidentemente, en las últimas semanas se dieron las condiciones ideales para empezar a generarse un enorme frente tormentoso en el horizonte radical. No es casualidad: a partir de este viernes 27 quedará exactamente un mes para llegar a las urnas en caso de haber más de una lista inscripta.

El plazo se acorta aún más si se tiene en cuenta que este 12 de octubre vence la inscripción de listas y ya en ese momento se anticipará el escenario de urnas o no a nivel provincial y distrital.

En la noche de este miércoles, en un acto organizado por la Cuarta Sección Capital, el Gobernador y candidato a presidir el radicalismo correntino advirtió de maniobras rayanas con el complot interno. ¿El objetivo? Evitar que se encumbre como líder y hasta tratar de desestabilizar su Gobierno, subiéndose a ardides opositores.

Lo dijo sin muchas vueltas, aunque no dio nombres. Para muchos de los presentes en ese encuentro partidario, siquiera hace falta. Pero las sospechas recaen en el exgobernador y actual senador provincial Ricardo Colombi. No lo nombran, pero las pistas van por ese sector liderado por el mercedeño, quien fue -hasta marzo- el último presidente partidario con aspiraciones de seguir.

Encendido discurso

“A ver… a ver, apagame la luz… Bueno, hablemos un poquito entre correligionarios; hace mucho tiempo que no hablábamos”, propuso primero Valdés desde el escenario, en medio del ruidoso repicar de bombos, platillos y los cánticos radicales propios de un acto partidario como el de la noche del miércoles.

Junto a él y en las sillas de abajo estaban funcionarios, legisladores y militantes de la juventud y partidarios. Atentos, con las palmas enrojecidas, escucharon el discurso de Valdés que duró unos 18 minutos.

“Desde hace un tiempo que, como Gobernador, no sentía el respaldo total y absoluto de mi partido, la Unión Cívica Radical”, reconoció en el principio. “Muchas veces necesité el respaldo de la UCR, pero no porque respalde a una persona: el gobernante es consecuencia de un partido político”, sostuvo.

En este sentido arengó: “Nosotros tenemos que tener un partido político con fuerza, sin dudas y sin miedo. No podemos tener a la Unión Cívica Radical fomentando otros partidos políticos y cuando tenemos que respaldar al Gobierno que se borren, (sobre todo) cuando tienen que respaldarlo políticamente”, dijo.

“Nos quería ver oscuramente en una cocina del Comité, aburguesados. Querían que el radicalismo tenga fichas dormidas en una estantería y ni siquiera tenían el tupé de presentarlas. Por eso, nosotros convocamos a la ciudadanía a afiliarse y lo hizo masivamente. Queremos agradecer a estos 25.000 nuevos radicales”.

Luego de destacar la recuperación del radicalismo en Gobierno de la región, como Leandro Zdero en Chaco y Maxi Pullaro en Santa Fe, Valdés volvió a la interna local y lanzó otra dura advertencia: “Los correntinos tenemos que tener cuidado: hay algunos que se creen dueños de la Unión Cívica Radical”, señaló -otra vez- sin nombrarlos.

Y continuó: “Nadie es dueño de la Unión Cívica Radical, sino cada uno de los afiliados” porque “no tenemos patrones” y por eso llamó a que “no tengan miedo de votar”.

A continuación rememoró lo ocurrido a principios de año con la puja interna por la conducción del partido. Y acusó nuevamente al mismo sector (sin identificarlo): “Querían tener a la Unión Cívica Radical desaparecida, no querían ver en el próximo proceso electoral compitiendo a la Unión Cívica Radical y ahora dicen que no va a haber interna; dicen que nos van a intervenir con la Justicia”.

Frente a eso, sostuvo luego: “Yo digo que tenemos que ir a una elección interna cuando no reconocemos el liderazgo de cada uno de los lugares que ocupamos, pues es entonces el afiliado de la Unión Cívica Radical el que tiene que debatir quién debe conducir los destinos de este centenario partido. Y tenemos que hacer como hicimos siempre: el que gana conduce y el pierde acompaña. No quiero ver a aquellos que fomentan por izquierda algunas cosas en contra del Gobierno y que después de perder la elección interna traten de decir que son de la Unión Cívica Radical. Si son radicales vengan y votan y sométanse a la democracia interna de la Unión Cívica Radical”, disparó en otro tramo encendido del discurso.

Posteriormente, llamó a los radicales a “ponernos de pie en cada una de las ciudades” sustentado en “la convicción que tenemos de transformar a Corrientes”, subrayó.

“Necesito que los militantes del radicalismo estén barrio por barrio” y tomen contacto “persona por persona, que los abracen, los escuchen y que realmente tratemos de resolver las crisis”.

Intento de derrocar

En el tramo final de su mensaje, no dejó pasar un momento en que políticamente se intentó cercar al gobierno a partir del caso Loan, el nene desaparecido hace más de cien días de un campo cercano a la localidad de Nueve de Julio. No lo dijo explícitamente, pero se entendió ese contexto.

Valdés dijo que en su momento “comenzó calentita la campaña política porque trataron de derrocar a nuestro gobierno. Y muchos correligionarios se sumaron y se plegaron para derrocar al gobierno de la Unión Cívica Radical. Y se prestaron a ello y se hicieron también los ñembotavy (en guaraní, persona o animal que disimula algo)”.

“Pero no importa; nosotros tenemos el coraje. Tenemos la convicción. Tenemos la fuerza la entereza los valores para seguir luchando por una provincia de Corrientes que verdaderamente valga la pena”, aseguró en el final.

“Piquitos” y “notitas” a los k

Sin dudas, el segmento más picante del mensaje de Gustavo Valdés desde el escenario partidario fue cuando recomendó a los adversarios internos algo bastante simpático, pero que evidentemente lleva encriptado un mensaje preciso para determinados correligionarios: “Que no se den piquitos a escondidas con el kirchnerismo. Que no se pasen notitas con el kirchnerismo a escondidas. Esos (el kirchnerismo) son los que durante años vinieron a querer doblarnos a guachazos a los correntinos”.