En el segundo semestre de 1994, Deportivo Mandiyú de Corrientes se convirtió en el primer club que tuvo a Diego Maradona con saco y corbata, en sus primeros pasos como DT. Sería un error atribuirle a la entidad correntina demasiado crédito, sin conocer en detalles la llegada del Diez en tiempos de prohibiciones. Algo tenía que hacer en esos quince meses que la FIFA condenó a Maradona después del doping positivo a mediados de ese mismo año, en el Mundial de USA, pero sucedió algo extraño en pocas semanas. Como presidente de Mandiyú estaba el diputado menemista Roberto Cruz, dirigente que encabezó las negociaciones meses antes para adquirir el club en dos millones de dólares.
El club se animó a darle una oportunidad al Diez para que dirigiera y en dupla con Carlos Fren aceptaron. “Es una situación especial que te va a mantener ocupado. Si querés, nos vamos mañana para allá”, contó años después a Clarín el propio Fren. En pocos días, llegaron a Corrientes y se sumaron al proyecto. ¿ Cómo llegó Maradona a pensar en Mandiyú ? “Menem no tuvo nada que ver, fue otro amigo empresario que me dijo que podía juntarme con Maradona para armar un proyecto mientras duraba su sanción”, dijo el presidente en esa primera semana de la dupla técnica.
La reunión se hizo en Buenos Aires a principios de octubre. “Si mañana viene a la hora pactada le doy el equipo” le había prometido Cruz a su esposa. Diez minutos antes de la hora señalada, Diego tocó timbre en la casa del presidente “albo” y sin mediar vueltas le dio el equipo, que había quedado sin DT por el alejamiento de Pedro González. “Tenés a Maradona es como salir con Kim Basinger”, dijo Cruz en la conferencia de presentación.
Cuando la dupla Maradona-Fren llegó, el plantel estaba transitando una temporada difícil, con promedios flacos y no tenían ni pelotas para entrenarse. “Vivimos una experiencia maravillosa, pero tuvimos que ser entrenadores, presidentes, psicólogos, mangar pelotas y ropa a Adidas, de todo. Fueron muchas cosas que agobiaron, pero me terminaron llenando como hombre y me hicieron ganar el respeto del grupo”, contó Maradona tiempo después. El día que llegó a Corrientes, el nuevo entrenador se presentó ante sus jugadores en el predio que tenía el club sobre Ruta 12. Los entrenamientos previos al debut de la dupla fueron a puertas cerradas.
Pero la tarde del domingo 9 de octubre, Fren salió a la cancha y Maradona quedó en un palco armado para la ocasión y junto a su hermano, Lalo, vivieron la primera tarde del Diez con saco y corbata. Sergio Goycochea; Jorge Martínez, Héctor Rodríguez, Gabriel Medrano y Sergio Umpiérrez; Mario Obregón, Angel Bernuncio, Gerson Días y Guido Alvarenga; Dante Fernández y Alejandro Bernuncio fueron sus primeros XI iniciales en su carrera como entrenador. En el ST ingresó Ramón Escobar. Quedarán en la historia. “Perdimos 2-1 y me cansé más que un partido con alargue de la selección”, había dicho DAM.
Aquel equipo de Rosario Central que jugó en Corrientes, estaba dirigido por Pedro Marchetta y jugaban Roberto “Tito” Bonano, Federico “Colorado” Lussenhoff, Pablo “Vitamina” Sánchez, Cristian “Kily” González y la figura era Omar “Negro” Palma.
Si bien fue por un aspecto deportivo, Maradona como DT en Corrientes sigue siendo una de las razones por las que muchas personas en el mundo ahora conocen al club y a la provincia. Más allá de las temporadas que jugó en Primera, pero que nunca regresó y eso podría haber sido un motivo de indiferencia.
Por no tener el carnet habilitante, Maradona no pudo ingresar al campo de juego en los primeros partidos. Recién pudo estar junto al equipo, como visitante ante Ferro, en el partido jugado en el barrio de Caballito el 29 de octubre, un día antes de su cumpleaños 34.
Maradona y Mandiyú no pasaban desapercibido en el fútbol argentino. Además de los gritos interminables en el debut hacia el árbitro Luis Olivetto, también tras una derrota como local ante Independiente acusó al árbitro Angel Sánchez de mafioso e insultó al presidente del club de Avellaneda. Defendía mucho a su equipo.
Fueron dos meses de relación y el mejor resultado de aquel proceso fue el empate con River en el Monumental. En total, fueron 12 partidos, cosechando un triunfo (en Corrientes, 3-0 vs Gimnasia de Jujuy), seis empates y cinco derrotas. Y llegó el quiebre. Preparando el partido con Deportivo Español, sucedió algo que colmó el vaso. “Estábamos cansándonos de algunas situaciones hasta que una tarde apareció por el vestuario el presidente y gritó en el vestuario. Le miré a Fren y me di vuelta a pegarle trompadas, me separaron los jugadores hasta que me gritó “¡Y vos quien sos!”. Para qué! Le tiré un par de piñas hasta que me lo sacaron. Al otro día me fui”, contó Diego en su libro “Yo soy el Diego”, años después.