Luego de que el Gobierno se garantizara los 85 diputados para blindar el veto a la ley de Financiamiento Universitario, ahora le toca rendir cuentas a los gobernadores que trabajaron para aportar a sus alfiles clave. Con el Presupuesto 2025 y las elecciones de medio término en la mira, las provincias esperan un gesto en la ampliación de las partidas. Las fisuras en los bloques opositores quedaron expuestas y los proyectos futuros no tienen garantizado el mismo apoyo político, pero el oficialismo está dispuesto a todo para mantener el déficit cero.
Como contó BAE Negocios, la colaboración de los diputados que responden a los gobernadores fue decisiva a la hora de reclutar los votos para el veto. Se trató, principalmente, del apoyo de Tucumán, Misiones, Salta, Chubut, Córdoba, Santa Cruz y Catamarca. A último momento definieron una estrategia que sentó el terreno para que el Gobierno obtenga el tercio más uno que necesitaba en la Cámara de Diputados; esto no fue sin los esfuerzos del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los asesores Eduardo “Lule” Menem -quien estuvo presente en el recinto- y Santiago Caputo.
El peronista disidente Osvaldo Jaldo presionó sobre los tres tucumanos del bloque Independencia, Gladys Medina, Elia Marina Fernández y Agustín Fernández, quienes esperaron la directriz del gobernador para finalmente decidir sobre su voto, a pesar de que durante el año siempre colaboraron con las intenciones del oficialismo. También influyó en el radical Mariano Campero -miembro de los “87 héroes”- y la diputada del monobloque CREO, Paula Omodeo. Los cinco se tuvieron en cuenta como votos a favor del veto durante el conteo de la semana pero fue tras un llamado de Francos que Jaldo terminó por ordenarles que apretaran el botón rojo.
Lo que no se vio venir fue la ausencia de la catamarqueña Fernanda Ávila, la única diputada de Unión por la Patria que, por empuje del gobernador Raúl Jalil, no se adhirió a apoyar la ley como el resto de los 98 integrantes de la bancada. Según pudo saber este diario de otro representante del espacio, habían definido echar a quien se distancie del bloque y, en el transcurso de la sesión, al ser consultado por su ausencia aseguró que contaba con que la diputada baje al recinto para votar. Se mantuvo encerrada en su despacho hasta que se encontró vacío, al igual que su banca, a la hora del voto. Jalil le pidió que no bajara, tras hablar con Menem. Hoy se reunió con Francos y el viceministro del Interior, Lisandro Catalán, en Casa Rosada.
Otro imprevisto fue por parte de la salteña Yolanda Vega, de Innovación Federal, que iba a votar a favor de la ley pero “se descompuso” y se fue justo antes de la votación -responde a Gustavo Sáenz-. Su ausencia, junto la de la cordobesa Alejandra Torres, a quien presuntamente la agarró Covid-19 y por eso no asistió pero también se pensaba como adhesión a la ley -responde a Martín Llaryora-, y el chubutense Jorge Antonio Ávila se resolvieron durante la jornada.
El último fue por orden de Ignacio “Nacho” Torres. Tanto Torres como Ávila son de Encuentro Federal. Se sumó también Oscar Zago (MID, de viaje), el radical opositor Fernando Carbajal (también de viaje), Hector Antonio Stefani (por enfermedad) y Ricardo López Murphy (EF, disidente del bloque que repitió lo que hizo cuando se trató la ley en primera instancia).
Las ausencias fueron lo que terminaron por inclinar la balanza a favor del veto, puesto que con 85 votos no le alcanzaba al Gobierno para llegar al tercio más uno si asistía el total de los miembros de la Cámara. Sin embargo, otra jugada trascendental fue la de los misioneros de Innovación Federal, que siguieron la línea que bajó Hugo Passalacqua para que se abstengan: Alberto Arrúa, Carlos Alberto Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik; al igual que el radical de Neuquén, Pablo Cervi -el único de los cinco “héroes” de la UCR que no apoyó explícitamente el veto-.
Si ellos hubiesen apoyado con un voto afirmativo, la oposición hubiese reclutado 164 votos; solamente hubiesen necesitado a uno más para imponerse sobre el oficialismo y los dejaban a la deriva. Acá es donde se hizo notar el voto negativo -a favor del veto- del santacruceño José Luis Garrido, el único que aportó Claudio Vidal. Todo, milimétricamente calculado.
Por su parte, el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, sorpresivamente bajó línea a sus diputadas para que ratifiquen la ley: Nancy Martínez Picón y María de los Ángeles Moreno, de Producción y Trabajo, quienes habían colaborado con ausencias cuando se trató el proyecto y, además, apoyaron el veto de jubilaciones.
En este contexto, se enmarca la segunda reunión de comisión por el Presupuesto 2025: se espera que haya flexibilidad para ampliar y reasignar partidas, mientras no altere los planes de superávit, y los aliados serán beneficiados a cambio de brindarle apoyo político al oficialismo. El próximo encuentro será el martes 15, según le anticiparon a este medio. La palabra de los gobernadores se hará oír expresamente si deciden asistir tras la convocatoria de Encuentro Federal para defender la coparticipación.