Una DANA es un sistema de baja presión en los niveles altos de la atmósfera, que se ha separado por completo del flujo zonal en altura. Estas depresiones aisladas en niveles altos se hallan, en el hemisferio norte, al sur del flujo establecido en altura.
Cómo se forma una DANA
La DANA se forma a partir del chorro polar, una corriente de vientos muy intensos de entre 150 y 300 km/h, que circula en la parte alta de la atmósfera (a 9.000 metros de altitud). Su recorrido gira en torno al Polo Norte y de Oeste a Este (de Norteamérica a Europa y Rusia).
Qué dicen las autoridades climáticas sobre la DANA
La DANA puede “moverse de manera opuesta al flujo zonal del oeste (lo que se denomina retrogresión)”, afirman desde Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET). “No siempre que existe una DANA en la capas altas de la atmósfera las consecuencias son precipitaciones abundantes, con riadas e inundaciones”, señala la meteoróloga de AEMET Delia Gutiérrez a El Mundo.
Gutiérrez también añade que “las DANA son una estructura relativamente frecuente en nuestras latitudes y, por suerte, la mayoría de ellas no llegan a ser tan noticiosas”. Según explica, una DANA siempre conlleva inestabilidad, pero se registran precipitaciones recién cuando hay suficiente humedad, convergencias de viento u obstáculos orográficos que faciliten el ascenso.