Gobierno de Javier Milei: ¿qué es el “carry trade”?

El presidente de la Nación, Javier Milei (La Libertad Avanza), se refirió en discursos recientes al concepto de carry trade.

“Si nosotros hubiéramos subido la tasa de interés, hoy no estaríamos hablando de cómo estabilizamos, sino que hubiéramos estado hablando en el último tiempo del carry trade”, indicó Milei durante las Jornadas Monetarias y Bancarias que organizó el Banco Central.

Pero, ¿qué es exactamente el carry trade? Te lo explicamos en esta nota.

¿Qué es el carry trade?

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el carry trade es una estrategia de inversión en la que un inversor pide prestado dinero en una moneda con tasas de interés bajas (como el dólar) y lo invierte en activos de un país con tasas más altas, obteniendo ganancias por la diferencia. De esta forma, cuando termina el plazo de dicha inversión se cobra el capital más al interés y con ese dinero se recompran más dólares.

El FMI aclara que, aunque la ganancia se basa principalmente en el diferencial de tasas de interés entre el préstamos obtenido y la inversión realizada, también depende de la apreciación del tipo de cambio y las perspectivas de crecimiento de la economía en la que se está realizando la inversión en activos. En resumen, el carry trade es exitoso cuando la moneda que se adquiere no se deprecia y cuando los activos mantienen tasas de interés altas y estables.

El FMI destaca que esta estrategia fue utilizada durante años por inversores japoneses, que tomaban préstamos en yenes (una moneda con baja volatilidad) para invertir en activos de alto rendimiento, principalmente en Asia y el Pacífico, y luego hacer una recompra de una mayor cantidad de yenes.

A fines de julio de 2024, el Banco Central de Japón anunció un aumento en las tasas, lo que encareció el valor de los préstamos y provocó pérdidas en los inversores que habían apostado al carry trade entre el yen y el dólar. 

El Banco de Pagos Internacionales (BIS) describe al carry trade como una operación “cruzada” diseñada para aprovechar la baja volatilidad de una moneda (denominada moneda financiadora) y los altos tipos de interés de los activos en otra moneda (moneda objetivo). Sin embargo, advierte que esta estrategia puede ser riesgosa si las ganancias derivadas de los diferenciales de tasas de interés se ven superadas por los movimientos del tipo de cambio en el corto y medio plazo.

¿Qué particularidades tiene el carry trade en la Argentina?

Los analistas consultados por Chequeado coinciden en que el fenómeno está presente en Argentina debido principalmente a la estabilidad que ha mostrado el dólar Contado con Liquidación (CCL) y la evolución de activos como los plazos fijos y las Letras del Tesoro Nacional Capitalizables en Pesos (LECAPs).

Eric Paniagua, economista de la consultora EPyCA, explicó a este medio que “en Argentina hay un carry trade consolidado, en el que se cambian dólares por divisas argentinas mediante operaciones de MEP o CCL, y luego se invierten en instrumentos como plazos fijos o letras en pesos. Al vencimiento de los mismos, los intereses generados se utilizan para más dólares”.

Por ejemplo, si el 12 de junio un inversor vendió US$ 1.000 en el CCL, obtuvo $ 1.301.690. Al invertir esos fondos en una LECAP que el Gobierno licitó ese día, en 91 días recibió aproximadamente $ 1.472.700 (el 13,1%). Si al recibir esos fondos volvió a comprar dólares, obtuvo US$ 1.174. Es decir, una ganancia en dólares del 17,4% en 3 meses.   

Una forma de medir la conveniencia del carry trade es comparando la evolución del dólar CCL con la de las LECAPs, un instrumento de inversión a corto plazo emitido por el Estado argentino, o con el índice BADLAR, que mide la tasa de interés promedio de los depósitos a plazo fijo de más de un millón de pesos. También se puede considerar el comportamiento del índice Merval, que refleja el desempeño de las 24 principales empresas del país.

Durante la gestión de Mauricio Macri (Cambiemos) también ocurrió un proceso de carry trade.

Respecto a las diferencias del carry trade actual respecto del que ocurrió durante el Gobierno de Macri, Paniagua señaló que “el actual es menos garantizado, ya que -en aquel entonces- la ausencia de cepo cambiario permitía a los inversores cubrirse con futuros de dólar (como en ROFEX), mientras que hoy el carry trade depende de la volatilidad de los dólares MEP y CCL”.

Esto significa que el procedimiento está sujeto a mayores riesgos para los inversores en caso de un súbito incremento de los dólares paralelos. 

Por su parte, Nicolás Urtubey, economista de Quantum Finanzas (consultora dirigida por Daniel Marx) explicó a este medio, que “este carry se está dando en un contexto de superávit, donde el Gobierno no se está endeudando, a diferencia del de 2016-2017 donde había entre 5% y 6% de déficit fiscal y el gran tomador de los pesos que iban entrando era el Estado Nacional”.

Para el especialista “hoy el carry se hace sobre activos más diversificados, entre agentes locales (por ejemplo, el agro) y no por el ingreso de fondos especulativos, como se vio en 2016-2017 y el Tesoro aprovecha parte de eso para capitalizar intereses y renovar stock de deuda, y no para financiar su déficit, por lo que es un carry más sano para la economía en su conjunto”.

¿Es bueno el carry trade para la Argentina?

Para Paniagua, el “carry trade no es normal en otros países, y se da en aquellos que tienen que estabilizar su economía interna y por eso tienen tasas de interés atractivas a fin de mantener bajo los tipos de cambio de referencia”. Sin embargo, considera que esta estrategia “no es ni buena ni mala, pero sí puede indicar alguna divergencia con el exterior o al menos con monedas de referencia como las de Estados Unidos”.

En el mismo sentido, Urtubey señaló que “bien manejado, el carry trade ayuda a consolidar una tendencia, pero es una dinámica circular y espiral porque cuando va para el lado bueno acelera todos los beneficios, y cuando va para el lado malo acelera todos los problemas”.

Sobre esto, consideró que “la mecánica actual vista en su conjunto es bastante más sana que la de 2016-2017, básicamente porque los fondos que entran no van a cubrir el déficit del Estado, y tampoco se van acumulando en un paquete de LEBACs, como pasó en 2016-2017”.

Sin embargo, también destacó que la actual “es una mecánica muy dependiente de señales políticas del Gobierno sobre a cuánto lleva el crawling peg y qué pasa con el cepo, con un Banco Central interviniendo (al menos directamente) más que en 2016-2017”.