El futbolista chileno reflexionó sobre el accidente con su Ferrari que marcó un momento bisagra en su carrera y relató los detalles del difícil momento que atravesó durante la Copa América 2015.

Diez años después de un hecho que le cambió la vida para siempre, Arturo Vidal volvió a reflexionar. Aquella noche de 2015, en plena concentración de la Copa América, una noche de casino y alcohol se apoderó del jugador que se atrevió a manejar su Ferrari y pasó lo que se palpitaba: choque en autopista y arresto.
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Después del segundo partido de la fase de grupos, el 3-3 ante México, decidió sailr a disfrutar de su día libre. La velocidad del auto de alta gama y la alegría de una noche sin preocupaciones, puso a Vidal entre la vida y la muerte cuando se estrelló en la autopista. Inmediatamente fue arrestado por los oficiales del cuerpo de Carabineros de Chile, pero las gestiones de la federación chilena ante las autoridades policiales apelaron al Gobierno y le perdonaron la sanción. Así pudo reintegrarse la Roja, torneó en el que levantó su primer título continental.
Después de esa noche inoportuna reaccionó a la defensiva y se libró de culpas. Aunque, días después, se hundió en un mar de lágrimas, le pidió disculpas a la gente y asumió toda responsabilidad en el hecho que casi le cuesta la vida.
Sin embargo, esa conferencia de prensa en el que le habló a los chilenos, parece que fue una maniobra para limpiar la imagen del jugador. El entonces presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile, Sergio Jadue, uno de los principales implicados por corrupción en el caso del Fifagate, se unió con el representante del jugador, Fernando Felicevich. Así, pudieron desautorizar a Jorge Sampaoli, ex entrenador de la selección, quien estaba convencido de su expulsión. “O lloras o te vas”, advirtió el ex presidente de la federación antes de la declaración a corazón abierto de Vidal a la comunidad chilena.

“Ese fue el momento en el que creció el hambre y la confianza que esa copa se tenía que quedar acá. De los errores he aprendido muchas cosas y ese fue uno de los momentos más difíciles de mi carrera. Más encima, estando en la selección, peleando por algo que todos pensábamos que tenía que quedarse acá, y me pasa algo así… que me hubiese pasado algo peor, que me hubieran sacado de ahí, de mi equipo y se me acababa la carrera. Muchos pensamientos”, recapacitó una vez más sobre lo que no fue y lo que le pudo haber cambiado drásticamente los planes.
En la misma línea, contó que se aferró a los hinchas y al apoyo del equipo: “Pero dos días después tenía el cariño de la gente en el estadio y fue maravilloso. Me cambió mucho mi forma de pensar y de vivir, por eso siempre he sido agradecido de la selección y siempre voy a esta por todos esos detalles”. En el siguiente partido no solo jugó frente a Bolivia, si no que fue incluido en el equipo titular.