Tras el desgaste que tuvo por el escandaloso divorcio con la modelo Carolina “Pampita” Ardohain, la presentación de una denuncia por corrupción que se tramita en la Justicia y cuestionamientos internos por la marcha de la gestión, Roberto García Moritán renunció a su cargo en el Ministerio de Desarrollo Económico de la ciudad de Buenos Aires.
El empresario gastronómico terminó de adoptar su decisión en las últimas horas y la renuncia fue formalizada este viernes tras una reunión de gabinete de la que participó el jefe de Gobierno Jorge Macri. Luego, a través de un comunicado, precisaron que el funcionario dio un paso al costado por “razones personales” y adelantaron que las denuncias contra él por supuestas contrataciones irregulares serán investigadas.
“El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informa que el ministro de Desarrollo Económico, Roberto García Moritán, presentó hoy la renuncia a su cargo por razones personales. En relación a la denuncia por supuestas contrataciones irregulares, la Ciudad hace saber que se ajustaron a la normativa vigente y se realizaron acorde a derecho y que además pondrá a disposición de la Justicia la información que en su caso le sea requerida a fin de colaborar con el esclarecimiento del hecho denunciado. La Ciudad agradece el compromiso y dedicación de García Moritán al frente de la gestión como ministro promoviendo políticas públicas que impulsan el desarrollo de la economía en el territorio porteño”, se lee en el documento difundido por el propio alcalde porteño.
Jorge Macri, por su parte, le dedicó un mensaje en su cuenta de X: “Gracias, Roberto García Moritán por tu gestión al frente del Ministerio de Desarrollo Económico. Lamento que des un paso al costado, pero entiendo que tu prioridad es proteger a tu familia. Quedate tranquilo que, en la Ciudad, seguiremos trabajando con firmeza para impulsar el desarrollo del sector privado”.
En las últimas semanas, desde la gestión porteña le insistían a García Moritán con que diera un paso al costado. Incluso le enviaron emisarios que le sugirieron enfocarse en resolver las cuestiones de su vida privada. Una presión que se incrementó aún más después que se conociera una denuncia penal contra él por posibles irregularidades en la contratación de “ñoquis” en el Ministerio de Desarrollo Económico y un supuesto negociado con proveedores de los eventos que realizaba la ciudad de Buenos Aires, principalmente del área gastronómica, rubro en el cual se dedicaba antes de ingresar como funcionario.